Últimas tendencias de moda y temporada

¿Qué es y para qué sirve el Sérum facial?

¿Qué es y para qué sirve el Sérum facial? 1

Un sérum o suero facial es un producto con el doble de concentración de activos que una crema hidratante. Su textura en gel muy ligera penetra con mayor facilidad y rapidez en las capas más profundas de la piel, multiplicando los resultados. El sérum comenzó a comercializarse como un producto antiage. Sin embargo, terminó convirtiéndose en un imprescindible en nuestra rutina de belleza gracias a su eficacia.

Contamos con diversos tipos de sérums en el mercado:  hidratantes, antiedad, iluminadores o anti-manchas, con retinol, ácid hialurónico, colágeno…

Su textura ultraligera y fundente facilita mucho la absorción. Una gota de producto es suficiente para todo el rostro, cuello y escote. No por utilizar mayor cantidad de producto, los resultados serán mejores. De hecho, es justamente, al contrario. Un exceso de producto puede saturar la piel, dificultando la absorción y eficacia del sérum. Para aprovechar al máximo sus beneficios, se recomienda aplicar el sérum con la piel totalmente limpia y antes del resto de productos de cuidado. De lo contrario, estos formarían una capa que dificultaría la absorción por parte de la piel.

Lo ideal es aplicarlo dos veces al día, por la mañana y por la noche. Salvo que en las instrucciones del producto se indique lo contrario. Por ejemplo, hay sérums con una fórmula específica para su aplicación y eficacia nocturna. Estos suelen contener un complejo antiedad llamado retinol. Está especialmente especialmente diseñado para impulsar la reparación celular de la piel mientras dormimos. Una de sus características principales es la fotosensibilidad y, espor eso que si lo utilizamos por el día, debemos aplicar después una crema con factor de protección solar 50.

En cuanto al método de aplicación, tenemos que aplicar el sérum con las yemas de los dedos y realizar movimientos circulares del interior del rostro hacia el fuera. Podemos aplicarlo sólo o combinarlo con el uso posterior de una crema hidratante. Esto dependerá de las necesidades específicas de cada tipo piel. Si, por ejemplo, nuestra piel es seca, lo más normal es que necesitemos una crema hidratante para complementar la hidratación. Pero, sen el caso de pieles grasas, el sérum puede ser suficiente.

El sérum se puede utilizar en todo tipo de pieles, tanto grasas como secas. En el caso de pieles deshidratadas, les aporta esa hidratación extra y profunda de la piel que necesitan. Por otra parte, su textura ligera y el gel (en la mayoría de los casos oil-free – libres de aceite) hidrata la piel sin saturarla por lo que es ideal para pieles con tendencia grasa o mixtas.

Los dermatólogos también recomiendan su uso en personas con problemas de manchas en la piel o acné. Pero es, sobre todo, a partir de los 30 años cuando su utilización se vuelve imprescindible, ya que empiezan a aparecer los primeros signos del envejecimiento. El sérum ayuda a la regeneración celular y retrasa la aparición de las primeras arrugas.