Desde tiempos antiguos, la humanidad ha estado en la búsqueda de la perfección. Así, alcanzar la excelencia en cada acción es algo que ha trascendido de generación en generación. Por ello, la producción de colágeno en nuestro cuerpo es algo que nos interesa. En el tema de la apariencia física siempre se ha tratado de que las personas luzcan una piel joven y radiante. Se han creado mil y unas formas para que el cuerpo se mantenga acorde con los cánones de belleza de la sociedad. De hecho, existe una proteína en particular que hay que cuidar y estimular si se quiere mantener una apariencia radiante.Es aquí donde entra en juego el colágeno, encargado de mantener la elasticidad de la piel y el brillo que esta refleja. Es una de las proteínas más importantes relacionadas con la belleza. Representa entre el 25 y el 30% de la masa proteica total del organismo y el 80% del tejido conectivo total.
Además de la piel, esta proteína se encuentra en todos los elementos de tu cuerpo que ayudan a que te sostengas. Entre estos encontramos:
- Músculos
- Ligamentos
- Tendones
- Cartílagos
- Huesos
Lo queramos o no, la edad nos juega en contra y, con el paso de los años, el cuerpo reduce la producción de colágeno. Sin embargo, existen varias formas de mantener sus niveles, lo que permite conservar una piel hermosa.
Estimular la producción de colágeno en el cuerpo requiere constancia y disciplina. Mantener un estilo de vida saludable, libre de excesos, contribuirá al mantenimiento de tu piel.
Maneras simples de estimular la producción de colágeno
1. Una dieta balanceada: seguir una alimentación equilibrada es fundamental. Como toda proteína, la producción de colágeno va de la mano de los alimentos que consumimos. Por ende, si elegimos los alimentos adecuados conseguiremos mantener los niveles de colágeno. Entre los alimentos más recomendados encontramos: Soja y derivados, Frutas ricas en vitamina C, Gelatina, vegetales de color verde oscuro (espinaca, col, espárragos), bayas, tomates, remolachas, alimentos con ácidos grasos omega 3 (como el salmón y otros pescados grasos), almendras.
2. Tratamientos caseros: las mascarillas son una muy buena ayuda. Lo ideal es preparar una que sea rejuvenecedora. Ingredientes: ½ taza de zanahoria rallada (57 g), ½ guayaba fresca, 1 cucharadita de miel (7,5 g), 5 gotas de aceite de vitamina E. Preparación: en primer lugar, mezclar la zanahoria y la guayaba en una licuadora durante 30 segundos. Luego, agregar la miel y el aceite de vitamina E y volver a mezclar. Aplicación: colocar una capa de cierto grosor sobre la piel del rostro. Dejar actuar entre 15 y veinte minutos. Pasado el tiempo indicado, retirar la máscara con un paño limpio mojado con agua tibia. Por último, mojar la piel con agua fría y secar con una toalla limpia.
3. Radiaciones electromagnéticas: estipo de técnica actúa a un nivel más profundo de la dermis, provocando un calentamiento que mejora la activación celular que produce el colágeno. Por un lado, los tratamientos estéticos la emplean para la celulitis y flacidez, mediante radiaciones que calientan diferentes capas de la piel. Por otro lado, este procedimiento penetra mejor en la dermis (capa inferior de la piel) sin maltratar la epidermis (capa externa). A largo plazo, permite una restauración más profunda que sustituye las células envejecidas y mejora la producción de las nuevas. De igual manera, fomenta la circulación en las áreas tratadas. Luego del tratamiento, es importante mantener las zonas tratadas protegidas del sol e hidratarse adecuadamente.
4. Mantener el cuerpo limpio: si bien es cierto que las recomendaciones anteriores conservarán la piel radiante, también debemos cuidar su higiene. Hay que señalar que si no mantenemos el cuerpo limpio de agentes externos que lo contaminen, perderemos el tiempo con cualquier tratamiento que utilicemos. Recomendaciones: evitar fumar, consumir alcohol moderadamente. Ejercitarse o practicar un deporte unas 3 veces por la semana.