Cuba en general y “La Habana” en particular, es uno de esos destinos en los que el turista puede mezclarse y disfrutar la vida de sus gentes. El pueblo cubano es generoso de espíritu y muchas veces no hace distinciones con el turista y le permite experimentar junto a ellos la aparente alegría de la vida en Cuba: en pocos lugares queda mejor demostrado que la felicidad no depende de lo que uno tenga. Aunque es cierto que no es oro todo lo que reluce y en cuanto te ganas la confianza de algún autóctono normalmente te confiesa las penurias del sistema, no deja de ser verdadera la alegría que ves muy a menudo por sus calles.
Para disfrutarla, no hay nada mejor que perderse y dejarse llevar, especialmente cuando el sol empieza a irse y la vida nocturna comienza a latir con fuerza. Aun así, siempre viene bien tener algunas referencias para no estar muy perdido y afinar el rumbo.
Hay varios “must” que uno no debe perderse:
- Ruta por la Vieja Habana: Ninguna zona desprende mayor personalidad en la habana, totalmente genuina e incomparable. Como una anciana arruinada que mantiene su elegancia y alegría.
- Paseo por El Malecón: Cualquier hora es buena para pasear por la costanera de la ciudad : amanecer, atardecer, bajo la noche estrellada.
- La Floridita: un clásico bar el cual solía ser frecuentado por el escritor Hemingway, quien modificó su propio daikiri.
- La bodeguita del Medio: Para algunos ya hay otros muchos lugares donde se puede tomar el típico trago, el Mojito. Sin embargo, La Bodeguita del medio posee un encanto particular, es uno de los bares que mantiene el encanto de antaño.
- La Zorra y El Cuervo: Lugar de encuentro de artistas e intelectuales, con gran calidad tanto en su música como en cocteles por el nivel de los musicos que se dan cita y los barmans del local.
- El Tropicana: Luces, plumas, colores, espectáculo visual y sonoro. Para algunos ha perdido su autenticidad inicial, para los que no hayan visto un cabaret de ese tipo, es un imprescindible.
- El Gato Tuerto: ideal para escuchar música cubana, especialmente el género de boleros, y probar el trago de la casa, a base de crema de whisky.
- El Callejón de Hamel: sitio ideal para pasear un domingo. Sumamente colorida y alegre, siempre hay música afrocubana y bullicio.