Alguna vez, más de una mujer se ha planteado cómo poder elegir una crema de rostro que se ajuste a sus necesidades. Además de querer tener una piel hidrtada y que luzca tersa y luminosa, también deseamos que borre algunas arrugas o manchas. Por otra parte, muchas veces hemos comprado algún producto para que luego quede guardado y sin ser usado porque nos daba pereza usarlo. Esto, muchas veces se debe a la textura de la crema adquirida. Y es igual de importante si un cosmético no se absorbe bien como si pareciera que el mismo ni fue aplicado. Las marcas de cosmética ya han notado esta situación y están brindando diversas soluciones, pero la formulación de las cremas es un asunto complejo. Conseguir texturas ligeras con acabados confortables sin que los activos pierdan eficacia no es nada fácil.
Algunos tipos de cremas y sus diversos usos y texturas
- Bifásico multiactivo: Su contenido está dividido en dos fases, una oleosa y otra acuosa, que aseguran la eficacia de cada uno de sus ingredientes. Y que solo se juntan al agitar unos segundos para conseguir una emulsión que logra una acción más rápida sobre la piel porque su poder de penetración se redobla.
- Efecto neurológico: Esta propuesta es lo más avanzado que vas a sentir en una crema. Contiene miles de microesferas elásticas invisibles, que estimulan los receptores sensoriales de la piel para mejorar su respuesta a los activos y restaurar la energía celular.
- Esencia láctea: Es casi como un agua, pero con un punto de densidad cargado de activos. Como la proteína SNEV (SeNescence Evasion Factor), un auténtico conductor de la vitalidad celular. Se aplica con los dedos haciendo ligeras presiones para que penetre.
- Como el terciopelo: la galénica de este tipo de hidratante de alta nutrición está inspirada en el tacto de los pétalos de las flores. Y, ha permitido que su sensación inicial sea de ligereza absoluta, mientras su capacidad de emoliencia se mantiene en niveles altos.
- Por separado: La jalea tiene una alta capacidad de penetración. El aceite acuoso consigue reparar y además sella el resultado. Si permanecen en la misma fórmula pierden sus propiedades. Juntarlos solo en el momento de aplicar soluciona el problema.
- Bálsamo en negri: La tercera reformulación de este clásico de culto mejora su ya de por sí original textura azabache fundente. El color que le da la savia negra de alga vital desaparece instantáneamente al aplicarlo.
- Monodosis: Luz y aire comprometen la estabilidad del retinol. Al combinarlo con ceramidas, se consigue una textura gel de acabado mate que requiere una conservación rigurosa en cápsulas selladas.
- Formateo Cushion: El producto está dentro de una esponja y se aplica con otra. Y el juego entre ambas permite un aireado que aligera la textura, facilita la aplicación y consigue un acabado uniforme.
- Densidad ultraligera: La textura sleeping pack, con su nivel de gelificacion más intenso, la inventaron los coreanos para que el producto se pudiera aplicar de noche sin que se quedara en la almohada. La marca Vichy lo adapta para una mascarilla de acción flash que recupera la hidratación en cinco minutos.
- Agua tónica: Es completamente líquida, se aplica con algodón y, como contiene ácidos de efecto peeling, consigue una renovación enzimática de la piel con un par de pasadas.
- En tres dimensiones: eta proeza de originalidad es una mascarilla con dos texturas: un gel de ácido hialurónico (con esencia de planta de loro) que contiene en su interior una flor de crema con glycosilato de loto.