Últimas tendencias de moda y temporada

La nueva realidad del amor en tiempos de pandemia

La nueva realidad del amor en tiempos de pandemia 1

El amor en tiempos de pandemia puede llegar a parecerse bastante a cualquiera de las novelas de Arthur C. Clarke. Aquellos encuentros en que tras unas copas, unas risas y un flirteo llegaban las caricias y el primer beso, están ahora obstaculizadas por un tapabocas o mascarilla o incluso limitadas hasta disponer de una prueba que demuestre que estamos libres del coronavirus.

Solo pensar en un futuro con este argumento nos asusta. Y sin embargo, ya está sucediendo. La realidad va mucho más rápido que las hipótesis de los expertos y si hay algo que rara vez se detiene es nuestra necesidad de establecer relaciones, de buscar el amor. No importa el contexto o el escenario, el ser humano es capaz de idear mecanismos a pesar de los muros y laberintos que tengamos a nuestro paso.

¿Cómo encontrar pareja en el actual contexto? ¿La falta de contacto físico durante este tiempo nos ayudará a seducirnos de otra manera, a crear relaciones más duraderas? Sea como sea, hay algo evidente: el amor siempre se abre paso en cualquier escenario.

La soledad y el disponer de más tiempo para pensar en la vida provocan que nos lancemos más que nunca a usar esas plataformas online para conocer a otras personas, en estos tiempos difíciles y lidiar con el día a día con otras perspectivas, con ilusiones y esperanzas renovadas.

El amor en tiempos de pandemia se abre paso. De otros modos, con mecanismos conocidos pero reformulando normas, espacios y momentos. Las nuevas tecnologías siguen siendo nuestra herramienta para conocer, contactar, hablar, seducir, compartir… Sin embargo, ahora alargamos el momento en el que descubrirnos cara a cara, piel con piel. Porque la distancia de seguridad de 2 metros y el desinfectante de manos no ayuda, no es romántico y quiebra por completo esa libertad de la que disponíamos antes.

Por otra parte, existe algo curioso en este escenario. El amor en tiempos de pandemia nos retrotrae de algún modo a esas relaciones de los siglos pasados. Esas en que las cartas que se enviaban los amantes ayudaban a crear esos refugios de intimidad y cortejo para ir conociéndose. El primer encuentro entre las parejas podía tardar meses, pero gracias a esa larga correspondencia, la atracción y el afecto ya se había edificado en buena parte. Si los amantes del siglo XIX aguardaban con ansia esa carta en su buzón, nosotros tenemos algo más de suerte. Los tiempos son más cortos y nos basta con aguardar esa notificación en el móvil.

¿Cómo se construyen las relaciones durante el confinamiento?

Las aplicaciones de búsqueda de pareja en línea están viendo un aumento en su uso. La actividad de los usuarios se ha duplicado en muchos casos. ¿Es por aburrimiento? La respuesta es no. De hecho, es un fenómeno mucho más profundo y relevante desde un punto de vista psicológico. Son muchas las personas que viven solas. Los índices de soledad aumentan cada año y esta no es una realidad exclusiva de los adultos mayores. La población más joven y los millenials también la sufren. Durante estas semanas de confinamiento, muchos tienen la necesidad de encontrar a alguien con quien hablar, con quien iniciar una relación…

Empezamos siempre buscando temas en los que coincidamos, aficiones comunes, pasiones afines. En estos días, la conversación más común es el coronavirus. Hablamos sobre cómo afrontamos el día a día, de nuestros pensamientos, miedos, necesidades, nuestros sueños cuando esto pase… Se establecen puentes de conexión emocional muy catárticas para el actual momento.

El amor en tiempos de pandemia está frenando lo que antes conocíamos como relaciones de usar y tirar. Los encuentros sexuales de una noche y del silencio o el ghosting posterior se están reformulando a la fuerza. El miedo al contagio, posiblemente, pondrá barreras a esa espontaneidad en el contacto físico, en esa libertad de antes por tocar sin necesidad de limpiarnos antes con una buena cantidad de gel hidroalcohólico.

No sabemos cuánto durará esta realidad, pero lo que está claro es que la necesidad por enamorarnos, por encontrar pareja no caduca, se sigue expandiendo y busca ahora más que nunca canales y escenarios donde poder realizarse. Asimismo, algo que estamos viendo es que los tiempos de cortejo se están alargando de manera inevitable. Hay más tiempo para hablar, para escribir, para conectar de una manera más íntima y compartir los momentos que estamos viviendo.

Las videollamadas son ahora nuestros encuentros en bares, pubs o restaurantes. Nos arreglamos y seducimos a través de una pantalla y aunque es cierto que todo este universo no es lo mismo que antes, es lo único que tenemos por el momento. Y habrá que adaptarse, ser creativos, hábiles y cuidadosos para mimar esa relación, para lograr que en el momento en que sea posible, podamos encontrarnos cara a cara, piel con piel.