Llevar una vida sedentaria, bajar de peso de forma brusca o una mala alimentación son algunas de las causas que provocan la temida flacidez. Esa especie de «descolgamiento» que afecta a los brazos, la cara interna de los muslos, el pecho o las piernas nos preocupa, sobre todo, cuando se va acercando épocas como la primavera y el verano.
La flacidez corporal es, junto a la celulitis y la grasa localizada, uno de los problemas que más preocupan de cara al verano. La flacidez es la pérdida de tono y de firmeza de la piel y el tejido muscular. Esta pérdida está causada por una disminución de dos proteínas que son las encargadas de proporcionar elasticidad a la piel, la elastina y el colágeno. Sabemos que con la edad, el cuerpo produce menos elastina y colágeno, así que una de las causas de la flacidez es la edad.
Sin embargo, hay otros factores que la propician, y que pueden ser manejables. Los cambios bruscos de peso, llevar una vida sedentaria sin ningún tipo de actividad física, una mala alimentación con muchas grasas e hidratos de carbono y pocas proteínas, ciertos problemas hormonales o los cambios asociados con la menopausia y también una exposición exagerada al sol y sin protección, porque hace que en nuestra piel se acumulen gran cantidad de radicales libres (que producen la oxidación de los tejidos)».
La flacidez afecta al rostro, pero, en concreto, una de las zonas que más preocupan a las mujeres son los brazos. Los antiestéticos descolgamientos en la cara interna pueden incluso llegar a limitar la elección de la ropa. Además, otra zona que sufre flacidez de forma habitual es el pecho, provocada por la pérdida de peso, pero también por la maternidad y lactancia. Los glúteos, el abdomen y la cara interna de los muslos son otras de las partes propensas a la flacidez.
Dieta para luchar contra la flacidez
La alimentación es clave para prevenir y combatir la flacidez. Con una adecuada selección de alimentos ricos en colágeno, vitamina c, en azufre y en otros micro nutrientes como el omega 3, el zinc y el selenio, podemos conseguir que este efecto se minimice. Las dietas mal estructuradas que producen una pérdida de masa muscular importante o de peso de forma rápida favorecen la aparición de la flacidez.
Junto a la alimentación, también es importante mantener una buena hidratación, para que los tejidos corporales tengan suficiente agua y hacer deporte de forma habitual. Además de practicar algún ejercicio aeróbico como caminar, nadar, correr, subir escaleras… para paliar la flacidez hay que realizar ejercicios específicos como las sentadillas, las flexiones, los abdominales, etc.
Por otra parte, las cremas reafirmantes, aplicadas de forma constante, ayudan a mantener tu piel más firme y joven.
En el caso de que la flacidez ya esté avanzada, lo mejor es recurrir a tratamientos de medicina estética. La mejor opción son los protocolos combinados porque en muchas ocasiones la flacidez no se presenta sola, si no que aparece combinada con otras problemáticas, como la celulitis o grasa localizada».
Tratamientos estéticos contra la flacidez
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Venus Legacy
Es una tecnología no invasiva que elimina la grasa en los glúteos, reafirma la piel, reduce la celulitis y la flacidez. Es radiofrecuencia multipolar que produce sobre la piel un calentamiento denso y uniforme, que genera la síntesis del colágeno y su contracción, una proliferación de fibroblastos, neovascularización y lipólisis. Se recomiendan entre 8 y 10 sesiones una vez por semana.
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Hifu corporal
Esta tecnología, que emite energía ultrasónica de forma localizada en un haz de luz que no daña los tejidos y ayuda a luchar contra la flacidez. Con 2 o 3 sesiones, el tratamiento consigue reducir el volumen de la zona tratada, además de aportar firmeza a los tejidos, gracias a la regeneración de colágeno y elastina.
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Ultherapy
Es el único tratamiento certificado médicamente por la FDA (agencia norteamericana del medicamento) que eleva, tensa y tonifica sin cirugía la flacidez moderada gracias a la estimulación del colágeno en las capas más profundas de la piel. Los ultrasonidos retraen la piel en zonas tan sensibles como el pecho especialmente tras el periodo de lactancia, el abdomen tras el embarazo o la piel de rodillas y codos que presenta descolgamiento con el paso de los años.
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Liposucción Body Jet
Se trata de un sistema de liposucción asistida por agua. Así se consiguen eliminar los depósitos de grasa y reafirmar los tejidos. Una sola sesión es suficiente y en el mismo día el paciente tendrá el alta. En 2-3 días podrás hacer vida normal.
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Bodytite
Es un tratamiento que funciona a base de radiofrecuencia bipolar y la introducción de una cánula debajo de la piel, que tiene la capacidad de tensarla completamente, tanto los tejidos dérmicos y subdérmicos, y eliminar su descolgamiento. Se obtienen excelentes resultados en zonas como el cuello, los brazos, la cara interna de los muslos o la cara anterior de la rodilla y la espalda. Se practica en una única sesión, con anestesia local y el paciente debe llevar una faja compresora durante dos días después del tratamiento.