Los desórdenes hormonales son los principales desencadenantes. Es común el exceso de hormonas masculinas o hiperandrogenismo. Éste sucede mayormente en casos de síndrome de ovarios poliquísticos (SOP). El exceso de andrógenos se manifesta con síntomas específicos a los que debemos prestarles atención. Si tenemos cutis graso, acné, exceso de vellos o pérdida de cabello, es muy probable que se deba al hiperandrogenismo. En los casos de hiperandrogenismo y síndrome de ovarios poliquísticos, un médico endocrino puede recetar tratamientos a base de espironolactona. Una vez que se controlen los desórdenes hormonales, el acné podría desaparecer.
Por otra parte, el estrés no solo empeora el acné sino que favorece su aparición. Esto se debe a que el cuerpo también sufre cambios tras estar sometido a tanta presión y agobio. Cuando estamos estresadas, nuestras glándulas sebáceas se inflaman, por lo que la producción de grasa o sebo en el rostro aumenta. El exceso de grasa provoca que tus poros se obstruyan y, por ende, aparezca el acné.
Además, el maquillaje, cremas y productos de belleza a veces pueden ser los mejores amigos de una mujer pero también sus enemigos. Existen muchos tipos de piel y cosméticos que se adaptan a nuetro tipo de piel. Un solo producto no puede ser bueno para todos los tipos de piel. Cada rostro tiene necesidades diferentes. Por ejemplo, si tenemos un tipo de cutis graso, conviene utilizar maquillaje no comedogénico y libre de grasa. De lo contrario, los poros se taparán y sufriremos acné o lo empeoraremos. Lo mismo ocurre con las mascarillas y cremas que alicamos en el rostro yotras partes de nuestro cuerpo.
El embarazo puede ser una de las mejores y más bella etapa de la mujer pero a veces algunos cambios pueden llenarla de inseguridades. El acné, manchas y estrías son compañeros comunes durante la gestación. Los niveles de progesterona aumentan considerablemente en esta etapa. Esto hace que las glándulas sebáceas produzcan más grasa. Además, los cambios hormonales hacen que la mujer se encuentre más irritable y llena de estrés. Esto también desencadena el acné. Después del parto, el acné disminuye o desaparece por completo. No debemos preocuparnos porque no será algo permanente. Es importante que cuidemos muy bien el rostro utilizando cremas hidratantes y protector solar de forma diaria. También, debemos lavar nuestro rostro al menos 2 veces al día.