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Las emociones positivas pueden sanar

Las emociones positivas pueden sanar 1

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La denominada psicología POSITIVA afirma que existe un énfasis sobredimensionado y unilateral en el «sufrimiento». En distintos ámbitos de la cultura, se acostumbra a pensar que el sufrir, el sentir malestar , pertenecen a la fibra más íntima del ser humano. Se llega hasta a considerar como profundas a las teorías que hacen hincapié en el dolor y sus aspectos más negativos. Aceptar una versión del ser humano así -tanto como del paciente-, que lo describa e identifique con negatividad y malestar, es poco e inexacto. Aunque esto sea una parte de la realidad, no abarca la totalidad de experiencias y manifestaciones. Los seres humanos somos más complejos. El ser humano es mucho más que disfuncionalidad y aspectos negativos, que patología, emociones y estados anímicos desfavorables y sufrientes. La persona requiere ser mirada desde una óptica integral que no sobrevalore la angustia, la ansiedad, la ira, u otros estados de malestar cognitivo-emocional.

El bienestar y la salud, desde esta perspectiva, son considerados estados florecientes y expresiones genuinas de las personas. No efectos secundarios de la ausencia de enfermedad. Esta mirada “positiva” incluye los aspectos llamados “fortalezas”, cuya consideración, entendimiento y producción aportan salud y bienestar. Cuando se pretende reflexionar sobre la alegría, el optimismo, el espíritu lúdico u otras expresiones como fuentes de la salud y del crecimiento psicológico, se genera una sutil inquietud, una desvalorización imperceptible… Se tiende a pensar que el bienestar es un efecto secundario, súbito, de la ausencia de malestar y de patología.

emociones positivas pueden sanar

Las emociones positivas tienden a elevar nuestra sensación de bienestar subjetivo y agrado, que amplían nuestros repertorios de acción y soluciones creativas a los problemas. Cuando expresamos este tipo de emociones, se favorecen los lazos de amistad y afecto, de cooperación y fraternidad. Quienes practican y frecuentan las emociones positivas, cambian la química de su cuerpo, e incluso, mejoran las defensas inmunológicas frente a ciertas enfermedades que aparecen como consecuencia de lo emocional. Las personas que cultivan emociones positivas tienen mejor salud física y sensación de bienestar. Desarrollan vínculos plenos, mejor rendimiento en el trabajo y en el juego, más prosperidad en la pareja, en la amistad y la familia; no sólo viven más, sino que alcanzan mayor satisfacción con la vida y se sienten más plenos.

Algunas emociones positivas son: interés, entusiasmo, motivación, curiosidad, asombro, gratitud, coraje, ahínco, orgullo, compasión, empatía, ternura, humor, diversión, empatía, serenidad, esperanza, optimismo y alegría, el propósito, el sentido del humor, la confianza, la resiliencia, la creatividad y la capacidad de “fluir”.