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¿Cuándo es perjudicial el estrés?

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Se entiende por estrés a la respuesta psíquica y física de nuestro cuerpo frente a las demandas cotidianas. No puede concebirse llevar una vida sin que exista el estrés. Tener estrés es una función normal del organismo. Si una persona tuviera un nivel muy bajo de estrés, se encontraría en cierta forma «enfermo» y sería necesario estresarlo un poco para que reaccione adecuadamente a las demandas del día a día, para que así pueda afrontar los eventos vitales. Sin embargo, el estrés debe ser el «adecuado», ni muy poco, ni en exceso. En definitiva podría compararse a los dos platillos de una balanza donde en uno de ellos se encuentran las amenazas y exigencias que se nos presentan y en el otro nuestra capacidad de manejo y/o resistencia. En la medida que el balance resulte equilibrado nuestro nivel de estrés se encontrará dentro de límites normales. Pero, en caso de que suceda que las demandas agudas o crónicas lleguen a superar nuestra capacidad de resistencia , la balanza se inclinará hacia el platillo de las demandas, las cargas o las presiones y, es justamente ahí cuando presentamos ese cuadro clínico tan común en nuestros días que es el síndrome del estrés.

cuando es perjudicial el estrés

¿Cuando es perjudicial el estrés?

Cuando las cargas superan mí capacidad de resistencia o afrontamiento, aparece el síndrome del estrés, que se manifiesta por síntomas sumamente variables dependiendo de la persona que se trate. Cuando una persona se siente superada por las circunstancias que la ocupan, aparecen síntomas de los más variados tales como : insomnio, nerviosismo, contracturas musculares, dolores de cabeza, palpitaciones, miedos, cambios de humor, trastornos digestivos, trastornos de ansiedad, aumento o disminución del apetito, entre muchos otros. Cualquiera de estos síntomas, como otros tantos, podrían ser manifestaciones de estrés, pero hay que señalar que en general una persona determinada siempre tiene los mismos síntomas.

Si una persona presenta estrés, y  manifiesta cansancio y nerviosismo, esos síntomas serán en él o ella, las señales de «alarma» que debería hacerle pensar que las cargas cotidianas, sociales y/o laborales, superan su capacidad de resistencia y en tanto ello se manifiesta con síntomas. Esta «alarma» deberá ser escuchada a tiempo para realizar la consulta médica correspondiente e intervenir en el curso de los acontecimientos para evitar ingresar en una etapa de estrés crónico que gatille o produzca una enfermedad para la cual estaría genéticamente predispuesta. Es bueno que identifiquemos aquellas circunstancias que nos estresan y cuáles son los síntomas correspondientes. El autodiagnóstico del estrés es, entre otras cosas, un camino de autoconocimiento.